jueves, 25 de julio de 2013

La regulación desde la perspectiva de la economía institucional.

Existen diferentes enfoques económicos que han fundamentado las diversas proposiciones teóricas acerca de la regulación.

Imagen de radiantskies.
Las acciones humanas tienen lugar dentro de un marco institucional que ofrece una estructura para la vida diaria que reduce la incertidumbre, al tiempo que limita las alternativas de los individuos; así pues, la regulación, ha sido entendida como un mecanismo mediante el cual el Estado emite normas y reglas, con las que normaliza las actividades económicas y sociales; mientras que por otro lado se conoce como economía institucional a la aproximación a estudios económicos que se centra en la comprensión del papel del proceso evolutivo y el papel de las instituciones sociales en la formación del comportamiento económico. 

Inicialmente se debe destacar la existencia de diferentes enfoques económicos que han fundamentado las diversas proposiciones teóricas acerca de la regulación, entre las que se destacan, las críticas y aportes de autores como Stigler quien manifiesta la idea básica de que la regulación y, más en general, el intervencionismo estatal, están orientados necesariamente por la consecución del interés común; mientras que Peltzman y Becker proponen modelos que permiten analizar los determinantes del comportamiento de los reguladores y de los grupos de interés; y finalmente, Baumol destaca la posibilidad de que los mercados puedan funcionar eficientemente en un contexto de alta concentración, releva el papel de la política pública en la eliminación de las barreras de entrada y plantea requisitos más exigentes para que la política pública reemplace de manera más eficiente a la operación de los mercados. 

Sin duda, luego de las críticas, los problemas y dificultades que ha debido enfrentar la regulación en la práctica, ha seguido existiendo como efecto de las privatizaciones y se ha multiplicado por todo el mundo; puesto que, pese a sus imperfecciones, pasa a ser, en algunos casos, una alternativa necesaria y viable; en la regulación, el problema de la oposición entre estado y mercado permite el surgimiento del institucionalismo económico, que destaca el papel de las instituciones en el desempeño económico y regulatorio; autores como Coase reconocen de modo explícito que “el gobierno tiene poderes que le permiten realizar acciones a un costo menor que una organización privada, en donde la maquinaria administrativa gubernamental también incluye costos que en ocasiones puede resultar extraordinariamente elevada” y señala además que “tampoco existe una razón para pensar que, en ocasiones, dichas regulaciones administrativas gubernamentales no puedan producir una mejora de la eficiencia económica, la cuestión consiste en elegir el acuerdo social apropiado”. 

Dentro de este aspecto, es importante mencionar también, que Williamson presenta una estructura de cuatro niveles de análisis social que se disponen de menos a más, de forma que el orden superior impone restricciones al orden inferior: en el primer nivel (de inserción), es donde se sitúan las normas, costumbres, tradiciones, valores y la religión, y está integrado por instituciones informales; el segundo nivel (entorno institucional) se compone de reglas formales como las consideradas en la constitución y demás leyes, aquí se sitúan las decisiones económicas de primer orden, y en él se trata de alcanzar un entorno institucional correcto; en el tercer lugar, se sitúan las instituciones de gobernanza, en donde toma especial protagonismo la gobernanza de las relaciones contractuales, finalmente en el nivel cuatro se produce la asignación de recursos y el empleo, en el que los incentivos determinan los precios y las cantidades de equilibrio en el mercado. Desde la perspectiva de la economía institucional, se toma a la regulación como un proceso dinámico y paradigmático en el que las instituciones adquieren protagonismo; y, para generar efectos positivos, ésta al menos debe cumplir las siguientes características:
-Deben proteger los derechos de propiedad de la mayor parte de la sociedad, pues el hecho de asegurar la propiedad hace que los agentes económicos tengan más incentivos para invertir.

-Tienen que establecer restricciones sobre las actuaciones de algunos grupos de presión, élites y políticos, que pudieran perjudicar a los derechos de propiedad.

-Deben incentivar la existencia de iguales oportunidades para grandes segmentos de la sociedad, permitiendo de esta forma que un mayor número de personas puedan llevar a cabo actividades económicas, este objetivo se consigue principalmente facilitando el acceso a una mejor formación del capital humano, así como a los recursos financieros que incentivan la inversión.
En conclusión, la regulación desde la perspectiva de la economía institucional, destaca el papel de las instituciones en el desempeño económico y de la regulación, puesto que el Estado puede proteger derechos de propiedad de la sociedad, así como también puede establecer mecanismos que eviten los monopolios e incentivar a la producción a través de la ejecución de diversas actividades económicas; y se puede evitar fallos en la regulación, tal como lo señala Coase, eligiendo un acuerdo social apropiado y que desde mi punto de vista debe ser bien aplicado.

Fuente de Consulta:

Rivera, E. 2004. Teorías de la regulación en la perspectiva de las políticas públicas (Revista Gestión y Política Pública), Ed. CIDE A.C. 

http://www.revistasice.com/CachePDF/ICE_865_4354__5BCB3F74AF28A440DCF8EF9FFFBA0496.pdf

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