"Como países sin tradición sociológica propia, los países latinoamericanos hemos enfrentado el problema de la recepción de conocimientos generados en otras realidades, razón por la cual, sin un esfuerzo crítico constante que permita interpretar dichos conocimientos a la luz de nuestro propio y complejo proceso histórico, no haremos mas que repetir lo que se dice en otras latitudes y aplicarlo automáticamente a nuestra realidad."
Tomada de internet |
Del pensamiento social a la sociología latinoamericana.
En la búsqueda de lo que significa el “Ser Americano”, el problema de la identidad se convierte en el punto de partida del pensar sobre quienes somos y sobre el tipo de sociedades que queríamos construir una vez concluidas las guerras de la independencia, para así sustentar un pensamiento social propio, como antecedente de la sociología latinoamericana, es decir una disciplina con pretensiones científicas; González Casanova, considera que algunos de los grandes temas de este primer pensamiento latinoamericano son la autonomía cultural y la identidad nacional, que originalmente se propusieron contra las ideas conservadoras de España y después como respuesta a la necesidad de un pensamiento crítico.
La cuestión social y el indigenismo.
La cuestión social es el problema de las relaciones del hombre con los bienes de la tierra;[1] y recibe tratamiento temprano en América Latina como uno de los problemas políticos importantes; en donde tienen lugar además el tema de las clases sociales y una crítica del latifundio, es decir se puso en manifiesto la preocupación social en donde tienen cabida las raíces del pensamiento conservador y el racismo, sin considerar el tema indígena como parte de los problemas nacionales, y menos aun cuando la perspectiva académica prefirió al indio del pasado, sus ruinas y monumentos, por lo que fue quedando un problema moral en donde el indígena estaba condenado a la extinción; sin embargo, más adelante el indigenismo toma importancia y se empieza a integrar gradualmente al desarrollo nacional.
Literatura y latinoamericanismo.
La literatura hispanoamericana es una parte de la sociología que nos enseña que a pesar de la fragmentación y la pluralidad de los casos nacionales, existen muchas similitudes en el tratamiento de problemas comunes, en donde se puede decir que la existencia de una sociología latinoamericana se sustenta en una unidad geográfica, en una historia común, en una lengua bastante extendida como el castellano, con excepciones de Brasil, Belice y las Guyanas que forman parte de la región, y de las lenguas indígenas, además se reconoce la presencia de una religión como la católica que ha sido mayoritaria, experiencias compartidas, problemáticas sociales, culturales y políticas parecidas.
El expansionismo estadounidense y el pensamiento anti imperialista.
Una fuente compartida de experiencias en la construcción de América Latina fue el expansionismo de Estados Unidos, país que ha considerado a la región como su zona natural de influencia, una de cuyas primeras manifestaciones fue la llamada doctrina Monroe, bajo el lema “América para los americanos”; las intervenciones estadounidenses en la región, son fuente del pensamiento nacionalista y antimperialista, pues son muchos los autores latinoamericanos que se han referido considerándolos como problemas de toda la región latinoamericana.
Nacionalismo y populismo.
En la década de los años veinte del siglo XX, se inició un proceso de recuperación de la historia común, de búsqueda de identidad, de un desarrollo propio que le diera fundamentos a una teoría latinoamericana sólida; esta época constituyó un momento de grandes cambios en la región; la irrupción de la sociedad de masas a la vida política en economías insuficientes industrializadas preparó en América Latina las bases del populismo, que puede ser producto de la inmadurez política o parte de una política en formación, en donde podríamos decir que lo más característico del populismo, común a experiencias diversas, serían la relación líder-masa, su anti institucionalidad, la tendencia al referendo y a otras formas más directas de participación, junto con su apelación al pueblo, su discurso demagógico y un estilo manipulador y como característica general se considera que entra cualquier líder o movimiento sin discriminación alguna.
Del marxismo a la sociología del desarrollo.
La creencia de la superioridad de los sistemas culturales y sociales de Europa había entrado en decadencia, lo cual llevó a los latinoamericanos a la búsqueda de un modelo propio no aplicando las teoría de Marx y Engels tal cual, si no que dieran cuenta de la especificidad de la realidad propia con el intento de encontrar en nuestra propia tierra los valores que había perdido Europa; por lo que entonces la sociología profesional en América Latina crecía alrededor de la temática del desarrollo y el subdesarrollo. Norberth Lechner, plantea cuatro grandes líneas de investigación, en estas primeras etapas de la sociología moderna latinoamericana, vinculadas a los procesos políticos y sociales vividos por los países de la región, que son:
- La teoría de la modernización: el tránsito de una sociedad tradicional a una moderna se estudia a través de un concepto clave: el de la modernización, proceso que se va dando cuando las sociedades tradicionales transitan hacia la industrialización y se convierten en sociedades modernas.
- El desarrollismo, vinculado con el pensamiento de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) o pensamiento cepalino: que proponía la posibilidad de un desarrollo capitalista autónomo, identificándose con el llamado desarrollismo nacionalista, que entró en crisis al imponerse mundialmente un nuevo patrón de acumulación monopólica mucho más concentrador y excluyente.
- Los estudios sobre la dependencia o la crítica dependentista: el concepto de dependencia se convierte en el nuevo factor explicativo del subdesarrollo, que según varios autores es una situación que, a partir de las relaciones de naciones débiles con naciones dominantes, configura cierto tipo de estructuras internas en los países subdesarrollados.
- La reflexión sobre el militarismo y el nuevo autoritarismo.
El impacto de la revolución cubana: demostraba de manera radical, el agotamiento de los modelos reformistas y desarrollistas, y planteaba, por otra vía resolver los grandes problemas de un capitalismo dependiente y excluyente, haciendo importantes aportes a la teoría social en base a la experiencia misma que se iba construyendo.
Estado y política en la sociología latinoamericana: los procesos de militarización que se vivieron en la región, encontraron a la sociología latinoamericana sin una teoría adecuada para entender las transformaciones que experimentaba el Estado y el mismo ejercicio del poder; por lo cual la mayoría de estudios sobre el militarismo no se deben a estudios latinoamericanos sino a estadounidenses y europeos, a pesar de que la irrupción de las fuerzas armadas en la política fue un hecho tan generalizado en la región.
La transición a la democracia en América Latina: en el último cuarto del siglo XX los procesos de reforma por la vía de acuerdos entre las diferentes fuerzas políticas devinieron el esquema por excelencia para transitar de regímenes autoritarios a gobiernos democráticos, surgidos de elecciones libres.
Fuente: Hacia la Sociología-Cuarta edición; Puga C., Peschard J., Castro T. PEARSON EDUCATION, México, 2007.
[1] http://mercaba.org/Filosofia/argos_04-1.htm
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